

Seducción BDSM
El mundo ha despertado y continuado con su vida, su monotonía o no, sin embargo ella, sigue sentada con las piernas recogidas pegadas al pecho con el cuaderno en las manos. A su lado, cientos de bolitas de papel y aún con esas, sigue sintiendo que no se ha sonado lo suficiente. Jamás pensó que la expresión de un sentimiento, una emoción, se pudiera plasmar con letras, transportarte a un mundo dónde conoces los momentos especiales, únicos de la persona que ha sido capaz de plasmarlo. No hay hambre, cómo tampoco sed, sólo la inminente y casi enfermiza de continuar leyendo, hacer suyos, sólamente suyos esos pensamientos para sentirse realmente viva por una vez en su vida, no.. una vez más.
"Es estraño cuando alguien ha pasado antes por el mismo lugar que ahora recorro yo y su aroma, me recuerda a ti. Planta en mi subconsciente una clara imagen de tu cuerpo de espaldas caminando, balanceando los brazos como una niña cuando la determinación de tus pasos, son de aquel que sabe de la vida y como afrontarla, pero con esa ligera caída de hombros que me declara que llevas demasiado peso encima. Es insólito el cómo a veces, sentado en la estación completamente a solas, de alguna manera te sientas a mi lado y me sonríes, haciendo que mi día sea realmente especial, simplemente porque me has sonreido. Y casi no podría mentarlo "simplemente", pues para mi, mi alma gemela, es único, arranca lo mejor de mi ansiando que cada aspecto que pueda rodearme, sea capaz de verlo de manera positiva. No comprendo porque al acostarme, siento esa angustia, esa soledad inminente que se apodera de mi, de cada poro, cada respiración para que al despertar,casi pueda sentir las caricias de tus dedos por mi rostro queriendo despertarme, teniendo que maldecir al abrir los párpados y no encontrarte ahí, mirándome, sonriéndome, haciendome sentir el hombre más afortunado que ha pisado la faz de la tierra.
¿Cómo puedo dejar que mi mundo se hunda por un presentimiento, unos sueños extraños que siempre me llevan a tus pies, arrodillado, abrazado a tus piernas llorando de felicidad. Notando tus manos tomando mi rostro tirando de mi para ponerme en pie y así capturar mis labios. No lo comprendo y sin embargo, lo acojo de buena gana, lo mezo entre mis brazos como si de ti se tratase. Tengo la firme convicción de que me estoy volviendo loco y que un día, terminaré con todo esto de algún modo, no sé como, de que manera lo conseguiré. Pido a los Dioses que se apiaden de mi, suplico a Psique, la Diosa de las Almas Gemelas, que te ponga en mi camino o que me haga tropezar en el tuyo, todo.. por verte una vez, saber, conocer cómo es tu mirada, cómo son tus sonrisas o el color de tu cabello. No pido más, sólo.. necesito saber que eres real y no un producto de mi imaginación para así, vivir lo que me queda de vida sabiendo que mi alma gemela, realmente existe. Me conformo con poco, deseo tu felicidad más que la mía propia, destierro el egoismo por saber, conocer que eres feliz de agún modo aunque una parte de tu alma, te grite, suplique que me encuentres. Sueños, no son más que sueños. Debo dejar de creer en ti, pero no puedo. Espérame mi querida alma gemela, te encontraré en ésta u otra vida."
Se escuchó un suspiro solitario en la habitación, el papel rasgándose para poder aliviar la congestión, limpiar las lágrimas que inevitablemente, habían mojado el papel. Terminando por acariciar los bordes del cuaderno despacio, acercándolo a su rostro para aspirar el aroma, posar un delicado beso sobre las letras plasmadas, los sentimientos que la hacen sentirse querida aunque una parte de ella, la quisquillosa, la voz de Pepito Grillo, le cuente que esos sueños, no le pertenecen a ella. ¿Y.....?